GALVARINO 22.07.2012
Galvarino fue fundada el 22 de abril de 1882 en marco de la ocupación de la Araucanía por el general Gregorio Urrutia a orillas del río Quillén en lo que constituía un Fuerte de 2.500 metros cuadrados de superficie. El territorio habitado por mapuches fue colonizado por familias procedentes de Suiza, España, Francia y Alemania.


Fueron varias las familias que se avecindaron en este lugar a las
cuales se les distribuyó sitios formando una población. La demarcación
del poblado se llevó a cabo en la primavera de 1886
a cargo de los ingenieros de la colonización europea en un terreno que
en ese momento era de propiedad indígena, perteneciente específicamente
al cacique Liempi, el cual fue obligado por la fuerza de las armas a
ceder el terreno a cambio de otras tierras de peor calidad, situadas
río arriba en el sector de Paillahue. Subsanado este inconveniente se
delineó el poblado a unos 3.5 kilómetros al este del fuerte, (lugar
actual de Galvarino) siempre a orillas del río Quillén cuya extensión
abarcó unas 25 manzanas cuadradas de cien metros por lado limitadas por
la Avenida León Gallo, por el norte, la Avenida Lautaro, por el sur, la
Calle Matta, por el este y la Avenida Mac-Iver, por el oeste.
Unido a esta delimitación se considera una plaza de armas de una manzana completa delimitada por las calles
Independencia, Fresia, León Gallo y Freire. Apenas el poblado estuvo demarcado se construyeron varias barracas y se inició un incipiente comercio.

Junto con el avance de las tropas de la ocupación, el Gobierno de la
época consideró oportuno poblar estas tierras con colonos, que las
hicieran producir desbastando bosques o selvas existentes en ellas.
Tomado el acuerdo, agentes autorizados visitaron Europa con el fin de contratar colonos ofreciendo condiciones ventajosas a quienes se interesaran por emigrar a Chile.
Estas condiciones eran muy buenas para el promedio de la población
obrera y artesanal de los países visitados. El contrato se componía de
40 hectáreas de buena calidad de terreno, por familia, 2 bueyes, 1 vaca
o caballo, 1 carreta, 1 arado más 40 tablas y clavos para levantar una
barraca provisoria. A lo anterior se sumaba un peso diario durante los
primeros meses. Los títulos se conferían una vez cancelados estos
anticipos. Hubo entusiasmo entre los candidatos colonos pues de la
noche a la mañana se convertían en propietarios de una buena porción de
tierra, además se agregaban 20 hectáreas por cada hijo mayor de 12 años
de edad que tuvieran.
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RUTA 90 KM |
Los colonos que llegaron a Galvarino desembarcaron en el puerto de Talcahuano después de viajar durante varias semanas en el barco Cotopaxi de bandera italiana. El viaje en ferrocarril hasta Angol
fue fácil y prometía una alegre llegada hasta el lugar de destino. Más
ahí hubo que enyugar bueyes y emprender viaje por senderos imposibles
(en mal estado) hacia Galvarino. Entre los colonos figuraban familias
como:
Reidel, Klagges, Horn, Hohmann, Schuhmann, Imboden, Isler,
Bachmann, Roten, Kleinsteuber, Buchholz, Geoffroy, Frene, Vincent,
Neveau, Borel, Chagneau, Bolomey, Rodexier, Flamme, Couny, Dufournel,
Cheysal, Kehr, Egger, Frey, Fressard, Lemp, Vey, Padilla, Bösch, Eichi,
Keller, Dietschi, Meyer, Stárkli, Eberhardt, Studer, Geiser, Zamponi,
Kohler, Schnake, Lerdon, Heguy, Combeau, entre otras. Posteriormente se
establecieron familias de origen judío como Kaplan, Katz, Gassman,
Gallenstein, etc. y también familias chilenas como Campos, Latorre,
Yastorza y Pulgar.
La vida al principio era muy dura para estos esforzados colonos pero
era mejor que los sufrimientos de Europa (ya que eran familias
empobresidas en el viejo continente). Muchas penas y lágrimas corrieron
y se vieron enfrentados a la miseria, enfermedades, incluyendo
epidemias que troncharon vidas entre las familias.
Actualmente la población de Galvarino está formada mayoritariamente por gente del área rural.